MONITOREO DE BIODIVERSIDAD: PESCADORES ARTESANALES SE SUMERGEN EN LA CIENCIA
Integrantes de las agrupaciones de pescadores artesanales y colaboradores de las caletas de Ventanas, Maitencillo, Zapallar, Huiro y Chepu participaron del Curso de Monitoreo Biológico Submareal, una iniciativa que busca promover las Zonas Voluntarias de Protección, también conocidas como Refugios Marinos. Esta actividad es impulsada por Fundación Capital Azul con el apoyo del proyecto GEF Incentivos para la Conservación de la Biodiversidad, y la certificación internacional CMAS a cargo de la escuela de buceo Valposub.
Se trata de un curso que combinó formación teórica virtual con prácticas presenciales en tierra y bajo el agua. Tiene como objetivo fortalecer capacidades técnicas en las propias organizaciones de la pesca artesanal, permitiéndoles desarrollar las competencias necesarias para ejecutar monitoreos de biodiversidad en sus Zonas Voluntarias de Protección ubicadas dentro de las Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERB).
“Más allá de levantar capacidades locales en cada uno de los Refugios Marinos para que las organizaciones de la pesca artesanal puedan ejecutar el monitoreo de biodiversidad y comprobar el estado de salud del ecosistema, este proceso es clave para fortalecer el arraigo territorial. Al mismo tiempo, se generan oportunidades para que las Zonas Voluntarias de Protección sean potencialmente elegibles como iniciativas que, a partir de la información levantada en los monitoreos, puedan acceder a instrumentos que reconozcan y compensen los esfuerzos por conservar la biodiversidad”, señaló Rodrigo Sánchez Grez, director ejecutivo de Fundación Capital Azul.
PESCADORES ARTESANALES SUMERGIDOS EN LA CIENCIA
Más allá de levantar capacidades locales, este proceso es clave para fortalecer el arraigo territorial
Rodrigo Sánchez, director ejecutivo Fundación Capital Azul
Durante tres días de trabajo en terreno, los participantes construyeron transectas (una cuerda de 100 metros de largo con estaciones de muestreo cada 10 metros). También prendieron protocolos de monitoreo de peces, algas y macroinvertebrados, y realizaron inmersiones en los Refugios Marinos de Ventanas y Maitencillo. A través de estas transectas submarinas los equipos recolectaron datos sobre algas y fauna local para aprender a evaluar los cambios ecológicos en estas zonas.
«Es importante levantar estos datos porque la mar es tan dinámica y tiene tantos cambios que la idea es hacernos una imagen de lo que pasa en ese sector. El monitoreo nos ayuda a ver las condiciones de nuestra Área de Manejo, que es como un predio, como un campo, por lo que, si podemos monitorearlo, mejor todavía, porque así vamos a poder conocer la salud del ecosistema”, destacó Miguel Herrera, del Sindicato de Pescadores de Maitencillo.
El Proyecto GEF Incentivos para la Conservación es ejecutado por el Ministerio del Medio Ambiente. Lo implementa el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por su sigla en inglés). Su objetivo es mejorar el financiamiento nacional para la conservación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos a través del diseño, la implementación y optimización de instrumentos económicos que fortalezcan las finanzas públicas e incentiven la contribución del sector privado al mantenimiento y recuperación de los ecosistemas.


